Es la madre de mis hijos

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Dejar el ego personal para beneficiar a los hijos

En alguna ocasión he escuchado decir aquello de “no voy a decir nada, es el/la padre/madre de mis hijos”, seguido de un comentario poco afortunado como “¿vas a dejar que el/ella decida tu vida?”, o “¡eres un/a flojo/a!”.

Cuando una pareja se separa y tienen hijos, la familia continua,  a pesar del rencor, la rabia, el odio, e incluso los malos tratos psicológicos y manipulaciones.

Quiero aclarar que cuando los malos tratos son físicos y existen abusos de diferentes tipos, la situación debe ponerse en cuarentena y evaluar bien la protección de los implicados y sobre todo de los niños.

Cuando he escuchado esas frases, siempre me he quedado en una posición neutra sin saber muy bien cuál era la correcta. Sin embargo, después de mucho investigar, leer, conocer y vivir casos reales puedo decir que aunque esas personas reaccionaran protegiendo a las/los madres/padres de sus hijos por una especie de dependencia emocional o albergando alguna esperanza de rehacer esa relación, la realidad es que es la actitud más correcta no sólo de cara a los adultos sino sobre todo de cara  a los hijos.

Si se rompe una relación entre adultos suele ser fatal, doloroso, incluso enfermizo. Pero si se rompe una relación paterno/materno-filial inducido por el otro progenitor, los efectos para todos son devastadores.

Alejar a tus hijos de su padre/madre significa quitarles una de las personas más importantes en sus vidas. Si tus hijos deciden que no quieren ir con su padre/madre, considera que tu misión como progenitor ha fallado. Siempre hablo de casos normalizados en los que no hay malos tratos ni abusos.

Es posible que si el/la padre/madre está muy ausente, y tus hijos ven poco al otro progenitor, llegue un momento que empiecen a decir que no quieren ir el fin de semana, que no les gusta como hace los macarrones o que tiene un/a novio/a que no les gusta. Tu misión como madre/padre es ayudar a tus hijos a integrar esa parte, como parte del aprendizaje de la vida, dónde aceptas a las personas como son, aprendes a adaptarte y a disfrutar de lo que tienes en cada momento, a dialogar sobre aquello en lo que no estás de acuerdo, a buscar alternativas y soluciones a problemas e incluso a inventarte tus propios juegos y fantasías si te aburres en casa de alguien. En la familia se aprende a respetar, a dialogar, a consultar, a frustrarse, a enfadarse y reconciliarse, a relativizar, a valorar los momentos que pasamos juntos, a jugar, a imaginar, a mentir, a asumir los errores, lo que es un modelo masculino y un modelo femenino según nuestra familia, a relacionarse con otros, a querer, a colaborar, a argumentar, a auto controlarse, a responsabilizarse e incluso a defenderse de los hermanos mayores y hacer coaliciones.

Si tus hijos no tienen contacto con el otro progenitor y su familia, posiblemente le estés privando de la oportunidad de realizar e integrar todos estos aprendizajes.

Hay una diferencia entre que un hijo no quiera ir con el padre/madre no custodio por aburrimiento o porque el otro padre/madre le ha influido negativamente sobre su imagen y persona:

Niño aburrido:

  • No tiene por qué ser permanente. Habrá algún fin de semana que si se le plantea una actividad interesante quiera ir.
  • Puede mantener la comunicación telefónica con el padre/madre no custodio y con la familia extensa.
  • Si el padre no custodio lo visita para tomar un helado, el niño suele reaccionar positivamente.
  • Se pueden reunir en fechas señaladas como cumpleaños, Navidades u otros.
  • El niño habla libremente del padre custodio. Hay cosas que le gustan y cosas que no le gustan.
  • No tiene que inventar argumentos extraños. Describe situaciones claras que es capaz de describir por si mismo con detalle y emociones asociadas, lógicas.

Niño influido negativamente:

  • El niño se niega a estar, hablar ni saber nada del padre/madre no custodio por tiempo indefinido.
  • No quiere mantener ningún tipo de comunicación de ninguna forma y reacciona muy negativamente ante cualquier intento de contacto por parte del padre/madre no custodio.
  • No quiere reunirse con el padre/madre no custodio nunca bajo ninguna circunstancia, ni siquiera en el cumpleaños de alguno de los dos, ni fechas señaladas.
  • El niño no habla de forma libre del progenitor no custodio. No habla de ello en el colegio ni con los amigos. Si lo habla en casa del progenitor custodio es para criticar y alinear su argumento con ese progenitor.
  • Tiene que inventar argumentos y hechos que sabe que no son verdad para sostener ese alejamiento antinatural, delante del padre/madre custodio.

Algunas personas pueden pensar que esas cosas se aprenden después, en la vida y que lo que te han enseñado en casa no ha servido para nada. –Déjame decirte que te equivocas.-

Los niños que tienen la oportunidad de entrenar estas habilidades imprescindibles para desenvolverse en el mundo en el que vivimos, tienen un modelo registrado en su memoria, tienen un patrón al que acudir. Ese patrón puede demostrarse obsoleto con el tiempo, sin embargo han salido al mundo con un kit de supervivencia. Los niños que no tienen oportunidad de realizar esos aprendizajes siempre parten con desventaja a nivel cognitivo, emocional y conductual, pueden ser más vulnerables, más influenciables y manipulables. También pueden desarrollar más habilidades para mentir, forzar situaciones, desconectarse de la realidad.

Estos niños pueden coger los patrones y modelos que les faltan de cualquier sitio, un cómic, un personaje de video juegos, un famoso de la televisión, un amigo de la calle. No estoy hablando de todos los modelos que todos copiamos en la adolescencia porque justamente nuestra misión biológica es desafiar las fronteras de lo conocido, sino de no tener un objetivo de a quien debo retar, no tener un punto de retorno cuando se descarrían, no tener una familia unida que le de la seguridad de saber solucionar y superar sus conflictos cuando un hijo la necesita.

Y esto es un trabajo para toda la vida. No solo cuando se mantiene la pareja. Después de la separación o divorcio, los hijos tienen derecho a vivir una vida plena con ambos padres.

S.E.S

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