¿Te has sorprendido a ti misma pensando en separarte de tu pareja? ¿Se te ha pasado por la cabeza, pero ves muchos obstáculos en ello sobre todo por el hecho de tener hijos en común? ¿Sientes que quieres tirar la toalla porque el corazón te dice algo diferente a la razón?
Si pones el foco en tus sensaciones, quizás puedas encontrar un fino hilo de donde empezar a tirar para indagar en ti misma. Cómo te sientes, cómo has llegado a este punto en tu vida y en tu relación. Sabes que algo no te encaja pero desconoces qué es exactamente porque estás tan involucrada y has hecho tantos esfuerzos para que funcione que a esta altura, los límites entre lo que debes o no admitir están desdibujados.
En realidad, todas las respuestas están dentro de ti. Pero mencionar esto es algo muy difuso y rozando el eslogan. ¿Por donde empezar? ¿Cómo encontrar el dichoso hilo de donde se supone que hay que tirar?
Nosotras te podemos ayudar a plantearte algunas cuestiones básicas para que inicies un proceso de concienciación personal y maduración que te ayude a percibir en qué momento estás y cuales son las opciones de vida más sinceras y amorosas para ti y para tus hijos.
En algunos momentos de nuestras vidas donde estamos muy sumidos en la vorágine diaria de los tiempos que corren, no nos damos cuenta de cuantas acciones tomamos para seguir adelante sin plantearnos el coste de nuestro gasto energético personal. Lo único que pretendemos es avanzar sin mirar hacia atrás y nos vemos empujados por la inercia, llevando peso sobre nuestras espaldas sin saber muy bien de qué está compuesto el fardo.
Párate, siéntate un momento, respira, toma la oportunidad de buscar tu silencio porque seguro que ahora mismo hay tanto ruido en tu cabeza que será muy difícil ver cualquier claro en el camino.
Convives con la ansiedad que te producen ciertas situaciones diarias que te disgustan y que ineludiblemente te conectan con sensaciones de culpabilidad, de remordimiento, de rabia, de desesperanza, de tristeza y sin saber muy bien porqué ni para qué has llegado a este punto en tu relación.
¿Te has planteado si tu relación de pareja es saludable?
Una mirada fría y congeladora. Una mueca retorcida de desprecio. Una contestación lánguida y crítica entre los dientes. Hacer luz de gas para no tener que responder a las necesidades emocionales del otro. Contestaciones escuetas y bruscas para informaros mutuamente que sois más bien una molestia. O unos gritos por mero desacuerdo llevado a más.
Estas son algunas de las conductas en las que nos sumergimos en nuestro día a día y que están tan normalizadas que multitud de veces las dejamos pasar sin prestar atención al tipo de mensaje violento que nos enviamos los unos a los otros.
Esto son formas sutiles y casi imperceptibles de comunicarse de manera violenta y que se dan con más frecuencia de lo que somos conscientes en las relaciones disfuncionales.
Para saber si estás experimentando y/o infringiendo sutilmente un comportamiento abusivo debes ser sincera contigo misma y preguntarte algunas cuestiones básicas.
¿Quién en la pareja tiene más control y toma la mayoría de las decisiones?
¿Qué tipo de comentarios tienen el objetivo de culpabilizar o avergonzar al otro o a los hijos?
¿Cuan presente está la crítica o las amenazas para intimidar o para manipular las decisiones?
¿Hay muchos gritos y aspavientos sacados de la nada?
¿Alguien en la pareja o entre los hijos está cambiando el comportamiento para no enfadar a uno de los progenitores y evitar así gritos o humillaciones?
Planteándote estas preguntas y meditando acerca de tus respuestas podrás empezar a observar, aunque sea poco a poco y de soslayo como fluye la energía en tu relación de pareja.
Cuando decides pasar a la acción, es positivo empezar por una misma. Al fin y al cabo, es lo que está en tus manos. Estás tan inmersa en la situación que hasta analizar el origen de tus males es muy confuso. Quizás sientas mucha culpabilidad por estar implicada activamente en la realidad que vives pero ten en cuenta que la culpabilidad es una potente señal de aviso de que te estás adaptando a un sistema disfuncional y que tu yo sano lucha por salir de ahí. Agárrate a eso y empecemos a profundizar. Superarte es posible pero tienes que comprometerte contigo misma para poder tomar perspectiva del escenario diario en el que vives y no dejarte absorber por la adicción al drama.
Trabajar en tu evolución personal es la mejor inversión que puedes hacer en tu vida para reconectarte contigo misma y con tu poder interior para sobreponerte equilibradamente a cualquier situación. ¡Atrévete! ¡Tú puedes! Nosotras te acompañaremos.
E.L.F.